miércoles, 17 de octubre de 2012

Mantenerse al margen es un crimen

Estar al margen de los procesos de evolución política y social que vive en la actualidad la Argentina, no tomar partido de alguna de las dos posiciones es un crimen. En este presente tenemos a dos corrientes, la derecha liberal mas salvaje y anticuada, nostálgica de los años 90 o podría arriesgarme un poco mas y decir que un porcentaje de esa derecha añora viejas dictaduras y opresiones. Por el otro lado tenemos una derecha progresista, una que en cierto modo, no tiene un tono tan "derechoso". A mi entender esta derecha que cede ante el progreso, es el impulso a una futura nueva política, una política nueva que ya no será socialismo o capitalismo y excede al Peronismo inclusive, este movimiento que paso a paso se transforma en una nueva política popular, una cultura distinta, una cultura reformada a base de la solidaridad y el pensamiento colectivo. Una política donde todos sean parte, extranjeros, argentinos, opositores. Una política de justicia para los mas débiles y los mas necesitados, para con los trabajadores, una política que cada día mas reconoce estar persiguiendo la igualdad. Tuve que llamarla yo derecha progresista, ya que aun depende de ese titulo, depende de ciertas formas y procesos que refieren a la derecha, pero de derecha solo conserva su nombre.
Ya no hay tintes grises, no deben haber posturas tibias y apolíticas, porque es estar jugando inconscientemente con una postura u otra, al mantenerse al margen o en el estado de desinteresado, somos propensos a ser utilizados, de hecho, el mito de la postura apolítica debe ser destruido de una vez, siempre nos inclinaremos por un lado mas que por el otro. Es hora de dejar la hipocresía y el desinterés, porque eso, en el presente, es un crimen.

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