lunes, 15 de octubre de 2012

Compañero y amigo


Es complicado el sentimiento de extrañar a quien no se conoce, de conocer cada uno de sus detalles como si fuéramos hermanos, pero sin embargo, no serlo. Yo comparto tu sangre al igual que muchos millones, sin ser en nada familiar de tu familia. En cierto modo, nuestra lucha es la misma, cambiamos la metodología, pero seguimos adelante, esforzándonos en aprender de los errores del pasado, de entender lo que nos dejo tu muerte, un vacío gigante que aun sigue vigente en el corazón de los que nacieron mucho después de aquel trágico día. 
Seguimos de duelo amigo, y aunque pasaron algunos días del aniversario de tu ida de este mundo, yo te escribo hoy, porque siempre es bueno recordarte, para seguir queriéndote.
Siento orgullo de pertenecer a tu bando, hermano, porque tu bando es el que elegimos miles de personas que tomamos tu ejemplo y tu bandera. Siento orgullo de sentir que mientras mantenga tu recuerdo vigente, jamás podre pertenecer al bando de enfrente, al de la oscuridad, al del imperio asesino y esclavizador.

Lamentablemente hoy vivimos en un mundo muy diferente al que soñaste y deseaste con el ardor de tu vida, pero seguimos de pie, seguimos ganando, porque sabemos que al tirano le molesta tu recuerdo, sabemos que aborrece nuestra continua lucha, y eso, quiere decir que vamos venciendo de a poco al asesino de pueblos, porque si no le molestara lo que hacemos, lo que pensamos, lo que decimos, seriamos parte de el, y yo, no te estaría escribiendo estas humildes palabras.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

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